sábado, 23 de enero de 2010

Factores retardantes que impiden ser la esposa ideal

Ensayo Comparativo LM1
Español A1 NS

Factores retardantes que impiden ser la esposa ideal

Candidata: María Gracia Pérez Núñez


Desde el inicio de los tiempos, el hombre y la mujer tomaron papeles distintos en cuanto a la manera de manejar un hogar. La mujer, hasta hace unos años, se limitaba a cumplir el papel de esposa en casa, sin posibilidades a aspirar a más, a veces sometida por su cónyuge. Viéndose obligada a desempeñar este rol, ella lo quiso hacerlo de la mejor manera posible, pero algunos inconvenientes surgían a lo largo del camino, alejándola de su meta. Estos son conocidos en la literatura como factores retardantes, pues alejan al personaje de lograr su cometido y prolongan la acción; se pueden apreciar en obras como “La gata sobre el tejado de zinc caliente” de Tennesse Williams y “Casa de muñecas” de Henrik Ibsen. Las peripecias de las protagonistas de ambas obras serán analizadas a continuación, con la finalidad de demostrar como a través de estos los autores daban sutiles críticas hacia la sociedad.

El primer factor retardante a tratar es la importancia del dinero. Se demostrará cómo a través de él se denuncia la frivolidad de la sociedad y el deseo de más, con el propósito de refutar el concepto de poder comprar la felicidad. El dinero representa la capacidad de adquirirlo todo y ambas mujeres lo anhelaban. Nora, de “Casa de Muñecas” es un ejemplo perfecto de cómo la gente se vuelve egoísta y avara cuando se trata de éste, hablando de modo muy superficial con su esposo sobre conseguir más, sin importar a quienes les pueda afectar, esto se puede apreciar en el tono de una conversación que sostienen sobre una situación hipotética:

“Torvaldo: Pero, ¿Qué pasaría con la gente a quien hubiera pedido prestado?
Nora: ¿Ellos? ¡Quién se preocupa por ellos! ¡Son unos desconocidos!”
[1]

El tono es clave en esta línea, a través de este se le muestra como una persona completamente despreocupada, interesada sólo en lo material.

Sin embargo, esto no es del todo preciso, pues esa no es su verdadera actitud. En este caso el dinero se aprecia como factor retardante al crear conflictos desde el inicio, si este no hubiera faltado cuando Torvaldo estaba enfermo ella no habría tenido que pedir un préstamo y no se habrían presentado los problemas que surgieron después de haber adquirido el mismo.
Maggie luchaba por conseguir una herencia casi imposible, debido a la actitud de su esposo frente al mundo. Desde el inicio del se muestran conflictos con su pareja debido a su superficialidad, así como con el resto de la familia, quienes también buscan su parte del legado.

“Margaret: Entonces tu hermano podría apoderarse del dinero y administrárnoslo (…) ¡La verdad es que has estado haciendo justamente todo lo posible para que lo consigan, les has ayudado de todas las maneras imaginables para entrar en su juego!”
[2]

Las tensiones aumentarían a lo largo de la obra, para culminar en desenmascarar a la verdadera Maggie, no una mujer débil que busca complacer a su esposo, sino fuerte y con el control sobre la situación. Dispuesta a manipular y mentir con tal de conseguir sus propósitos.

Como se puedo apreciar, el flujo monetario deteriora ambas relaciones, lo cual servía de crítica contra lo superficiales que podían ser las personas y aún son, al no prestarle atención a las cosas de verdad importantes y no casarse por amor.

Otro factor retardante clave era la falta de comunicación entre la pareja. Se mantenían casados pero se guardaban secretos, esto impedía a las esposas cumplir su papel como ellas lo deseaban. En el caso de Nora, le reclama a Torvaldo, antes de abandonarlo cómo nunca conversaron seriamente sino hasta esa noche, nunca discutieron asuntos importantes pues él no la consideraba apta, pero contradice lo manifestado al inicio de la obra en conversaciones con otros:

“Sra. Linde: Dicen los que lo conocen que él hace toda clase de negocios.
Nora: ¿Si? Sí, puede ser; no lo sé… Pero no pensemos en negocios; es muy aburrido.”
[3]

Ella misma se cerraba al mundo más intelectual, por considerarlo poco interesante, lo cual no le dejaba mucho para hablar con su esposo. Esto puede ser consecuencia de su falta de conocimiento y cómo esto la hacía sentir ignorante, por tanto prefería obviar el tema. Sin embargo, sin comunicación entre los esposos, no hay igualdad y sin eso el matrimonio no puede funcionar.

En el caso de “La gata sobre el tejado de zinc caliente”, Maggie comenzó a ser ignorada por su esposo tras dormir ésta con su mejor amigo. Ella le hablaba siempre mas él le era indiferente, lo cual le ocasionaba mucho dolor. Las acotaciones son clave para mostrar esto, como la que sigue a continuación:

“Se vuelve hacia Brick con una súbita sonrisa alegre y encantadora, que se desvanece cuando se percata de que él no la mira a ella (…). Es el rechazo constante lo que agria su humor.”
[4]

Su comunicación sólo tenía un sentido, deja de ser correspondida y se mantienen juntos sólo por las apariencias. Maggie sabe que su matrimonio está mal y confronta a su esposo muchas veces por esto, sin obtener los resultados deseados. Sin embargo sigue engañándose, necesitan mostrarse como una pareja fuerte y unida para lograr sus objetivos, pero sin una buena comunicación esto le es imposible de lograr, no puede ser la esposa anhelada.

El último motivo a analizar es la base de todos los problemas afrontados, este es la falta de compromiso en la pareja. Este factor retardante debe ser el más importante de todos, los autores a través de este lanzaban su más fuerte crítica contra los matrimonios de la época, su superficialidad y el papel cumplido por la mujer en los mismos.

Al final de “Casa de Muñecas”, Nora es descubierta y espera contar con el apoyo de su cónyuge, después de haberlo complacido durante toda el tiempo que estuvieron juntos, pero éste la niega y le habla de modo degradante, haciéndole entender que no es madura ni puede tener responsabilidades para con los niños. Aunque le pide perdón, ya no hay forma de remediar el daño hecho. Ella no aceptará sus súplicas pues es obvio que su relación no era de iguales, es decir, no se tenían el mismo nivel de respeto por el otro:

“Torvaldo: Yo con alegría trabajaría noches y días por ti, Nora, hubiera soportado penalidades y privaciones. Pero no hay nadie que sacrifique su honor por la persona amada.”
[5]

Si no estaba dispuesto a hacer el máximo sacrificio, el matrimonio no podía funcionar. Esta era la prueba máxima y él no la pasó, desencadenando otra acción: el abandono. Es imposible ser la esposa ideal sin el esposo ideal, no es justo para la mujer y el hombre no se merece a alguien que se esfuerce tanto en él si no está dispuesto a devolver eso.

El caso de Margaret es similar, a pesar de que su compromiso sea por las razones equivocadas, quiere hacer funcionar su relación. Brick, por otro lado, no está interesado en esto. Ella tratará con todas sus fuerzas, pero no logra lo deseado, por lo cual debe recurrir al chantaje:

“Brick: (…) ¿Cómo vas a tener un hijo de un hombre enamorado de la botella?
Margaret: ¡Guardándola bajo llave y obligándole a satisfacer mi deseo antes de volver a darle la llave!”
[6]

Williams, con esto resume los roles asumidos entre Maggie y su pareja, es ahora ella quien está en control, demostrando cómo las mujeres no deben ser sometidas pero pueden usar la sumisión como portada para defender a su ser amado o mejor aún, a su propósito oculto.

Con los factores retardantes ambos autores lograron retratar los conflictos en las relaciones y las maneras en los cuales estos se interponen con lograr ser “la esposa ideal”, sea por amor o por conveniencia. Así lograron criticar a la sociedad en la cual vivían y lograr un cambio en la manera de pensar de la gente de la época, de este modo utilizando los factores retardantes para más que sólo prolongar la acción: denunciar lo incorrecto.






Bibliografía:
· IBSEN Henrik. Casa de Muñecas. Bogotá: Panamericana, 2000, p. 143
· WILLIAMS, Tennesse. La gata sobre el tejado de zinc caliente. Madrid: El Mundo, p. 93
[1] IBSEN Henrik. Casa de Muñecas. Bogotá, Panamericana, 2000. Pp. 143, p.23
[2] WILLIAMS, Tennesse. La gata sobre el tejado de zinc caliente. Madrid: El Mundo, Pp. 93 p. 14.
[3] Ibid. IBSEN p. 44
[4] Ibid. WILLIAMS, p. 11
[5] Ibid. IBSEN, p. 136
[6] Ibid. WILLIAMS, P.92

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